¿Cambiar para seguir iguales?


Lorenzo Meyer: Agenda Ciudadana.Periódico Reforma. México D. F. a 4 de enero de 2007.

 

Hasta el momento, va ganando quien señaló: "Es necesario que todo cambie para que todo permanezca igual"

 

Alternativas de interpretación. Comparando la textura política, social, cultural y económica de México al momento de nacer como nación independiente y la actual se puede llegar a la conclusión de que el cambio es enorme. Y sin embargo, mirando con mayor cuidado, se puede apreciar que hay más semejanzas entre lo pasado y lo presente de las que nos gustaría admitir. Y es que, en buena medida, en México se ha seguido a fondo la famosa máxima del príncipe de Salina, el personaje de la novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, que en la Italia garibaldina concluyó: "Es necesario que todo cambie para que todo permanezca igual".


En el origen del análisis político, en la Grecia clásica, el cambio histórico de los sistemas políticos tendía a interpretarse como un mero sube y baja de surgimiento, auge y decadencia, donde la regla era que el ciclo se repitiera una y otra vez sin salir de él. Por lo que a nuestro país se refiere, a veces pareciera que la interpretación griega es más acertada que la posterior, la formulada por los optimistas de la Ilustración, cuya confianza en el progreso era tal que no dudaron en desechar la vieja idea de que partiendo de una determinada condición, pasado el tiempo -completado el ciclo-, se volvería al punto de partida. Para los ilustrados, de los que somos herederos, la línea histórica no era circular sino bastante lineal y ascendente, es decir, una donde el presente es mejor que el pasado pero no mejor que el futuro. Ahora bien, ¿nuestra realidad confirma ese optimismo?

 
El análisis de un clásico. Hace más de medio siglo -54 años- Luis Villoro hizo un examen de la naturaleza política, social e ideológica de México al estallar el movimiento de independencia (El proceso ideológico de la revolución de independencia). En manos de Villoro, ese análisis del rejuego entre la economía, los intereses de clase y la ideología, no sólo dio por resultado una estupenda explicación del México de fines del siglo XVIII e inicios del XIX sino que, además, resulta igualmente útil para explicar al país actual.

 

Al filo de la guerra civil de independencia, se podían distinguir en nuestro país cuatro grandes grupos por su posición económica, política e ideológica. En la cima de la pirámide estaban los españoles y algunos criollos que, en tanto mineros y monopolizadores del comercio y del gobierno, estaban comprometidos con la defensa de la liga con España y de la economía exportadora de plata e importadora de los bienes demandados por las clases dominantes. Inmediatamente después estaban los criollos propietarios, ligados menos a la globalización de la época y más al mercado interno (hacendados, industriales y el grueso de los eclesiásticos). Descendiendo un escalón, se encontraban los criollos y mestizos que formaban eso que hoy se denomina la clase media. Finalmente, en la base, estaba la ancha faja -un verdadero mar social- conformada por los trabajadores del campo, de los pueblos y ciudades más los numerosos desempleados.


La visión del mundo -la ideología- de los cuatro grupos o clases sociales estaba marcada por algunos elementos comunes, como la religión y la lealtad a la Corona, pero lo relevante eran sus diferencias. Obviamente, para la élite de origen europeo, la Nueva España primero y México después, no requería de transformación sustantiva para seguir produciendo riqueza, apenas de mejoras en la administración. En cambio, para la élite criolla volcada y dependiente del mercado interno, sí se requerían reformas de orden económico y administrativo, en particular dos: poner fin a los monopolios y a las cargas que beneficiaban exclusivamente a españoles. Obviamente, tales cambios ya no abarcaban el orden social. La clase media tenía más aspiraciones que capacidades de satisfacerlas y, por tanto, era en ella donde se centraron las inconformidades, los deseos del cambio, especialmente en su parte ilustrada -personajes con educación pero sin grandes propiedades o empleos.

 

La parte más baja y ancha de esa sociedad, la habitada por indios y mestizos, tenía en común su miseria y su aislamiento. Buena parte malvivía de su mal pagado trabajo, pero había otra parte, creciente, que no estaba ocupada -los llamados vagos, léperos, malentretenidos- y que era un barril de pólvora social, pero sólo a condición de que algún agente externo despertara su conciencia, pues sin él se mantendrían buscando la supervivencia individual por cualquier medio, incluido el crimen, pero sin enfrentarse a la estructura de autoridad. En 1810 ese agente resultó ser justamente la clase media descontenta. El estallido se dio al combinarse la llama del descontento clasemediero con la pólvora social del pobrerío. Al mezclarse esos dos factores, llegó el fin a un régimen de tres siglos.


La repetición. El análisis de Villoro para 1810-1821, y que arriba se sintetizó, se puede duplicar sin muchos cambios para explicar lo acontecido un siglo más tarde, entre 1910 y 1920, pero también -y de ahí lo actual, interesante y preocupante del enfoque- para interpretar la naturaleza de nuestra propia época.


El control económico del México actual, y, cada vez de manera más clara, el político y cultural, lo tiene un grupo que, por la vía de prácticas monopólicas o cuasi monopólicas en las comunicaciones, los medios de difusión, la banca y ciertas actividades de exportación, ha acumulado fortunas inmensas, fuera de toda proporción con las dimensiones y el estado de la economía y de los estándares de equidad. A semejanza de la élite europea y criolla novohispana, para la oligarquía actual, lo único que debe cambiar es la eficacia administrativa, pues el modelo social y cultural mexicano es perfectamente funcional a su tipo de acumulación.


Obviamente, hay una serie de diferencias entre esta pequeña y muy poderosa oligarquía y los grupos empresariales más amplios que viven básicamente del y para el mercado interno. Como a inicios del siglo XVIII, este segundo grupo se ve afectado por los monopolistas que le hacen pagar las comunicaciones, la publicidad, el cemento o el crédito y servicios bancarios, a un precio más alto que sus contrapartes en otras latitudes. Cada vez es más clara la crítica en términos del capitalismo a esos poderosos que, merced a sus contactos privilegiados con las altas esferas gubernamentales, acumulan cada vez más en detrimento del resto. Sin embargo, a este nivel, el ideal de cambio sigue siendo básicamente de orden político-administrativo y no hay mayor inconveniente en que la estructura social se mantenga más o menos como está, aunque con menos pobres, para que el mercado interno sea más redituable.


De nuevo, como hace dos siglos, la clase media, relativamente beneficiada por la Revolución Mexicana, se vuelve a ver hoy sometida a la falta de empleo bien remunerado, a problemas de movilidad social y al sentimiento de inseguridad. Es en sus zonas más ilustradas donde se incuban las ideas más radicales, aunque no revolucionarias, en torno al cambio político y social. Es de aquí de donde han surgido los impulsos para organizar y movilizar políticamente a los amplios sectores empobrecidos, que hoy se concentran, más que antes, en las ciudades.


De nuevo en los sectores mayoritarios y pobres hay una enorme masa de subempleados y desempleados que podrían ser aún más de no existir la migración a Estados Unidos. El temor a la posibilidad de una movilización del "México profundo" por un liderazgo de clase media, con una ideología que diera sentido a la acción política de los antiguamente despolitizados sectores populares, fue la razón del esfuerzo de las élites y de las partes conservadoras de la clase media para impedir que el recién estrenado régimen político democrático fuera a ser la vía para proceder a una modificación del sistema social. Esa posibilidad de cambio por el camino de las urnas fue calificada desde el poder en el 2006 como "un peligro para México" y se procedió en consecuencia. Los poderosos, encabezados por el propio Presidente, diseñaron y llevaron a cabo, por medios legítimos e ilegítimos, lícitos e ilícitos, abiertos y escondidos, una enorme campaña del miedo y finalmente dijeron haber ganado las elecciones por un milagroso medio por ciento.


Hoy, los ganadores se disponen a manipular las instituciones de gobierno con la misma lógica que lo hicieran en 1808 el rico español Gabriel de Yermo y sus seguidores al deponer a un virrey considerado "blando". Intranquilos, buscaron neutralizar así a "las clases peligrosas". En esta antigua Nueva España hay quienes insisten en que "Es necesario que todo cambie para que todo permanezca igual". Pero también están los otros, y la pugna va a seguir.

 

Artículo seleccionado y reproducido para apoyo de las materias:

Historia de México y Ciencias Políticas y Sociales

por los profesores: Héctor Bernal González y Susana Huerta González.

4 comentarios:

  1. Guadalupe García Gpo: 331: Me gustó bastante además de que se me hizo importante e interesante ya que muestra la realidad de nuestro País comenzando desde las clases sociales es decir desde los ricos que casi pueden comprar el mundo hasta las clases medias y pobres donde siempre estamos jodidos a pesar de tanto "cambio que se ha hecho" un claro ejemplo en estas clases bajas es el desempleo lo que trae como consecuencia la migración a otros países y posteriormente aún más pobreza. En este texto el cual es muy breve nos hace ver la asquerosa verdad que vivimos incluyéndose las mentiras de los medios de comunicación que a veces nos tragamos.

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  3. Grupo: 315
    Este artículo me parece muy interesante, ya que refleja la poca evolución que a tenido México, empezando por el régimen de la conquista, independencia y revolución, hasta la actualidad , donde se puede observar que las clases sociales (media y baja) siguen siendo tratadas con gran desigualdad y es triste ver la situación del país ya que mientras diferentes países avanzan éste se queda cada ves más atrasado por el mal gobierno que roba e impide que se logre un cambio que realmente beneficie a toda la población y no solo a los ''ricos''. Gracias a esta lectura se puede hacer conciencia y conocer la realidad que nos rodea día con día.

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  4. ¿En donde empezó el problema? ¿Cuando comenzó todo?
    Es bien sabido que problemas siempre han existido. Que la guerra y la supervivencia van de la mano. ¿En realidad algún día las cosas serán diferentes?

    Yo concuerdo con la ideología de la Grecia Clásica de que "esto" es un Circulo Vicioso y al decir "esto" me refiero no solamente a la política, a la economía, sino a la VIDA.
    ¿ Acaso es que "la paz" es como "Dios"? Que fue creado porque el hombre necesita en que resguardarse, porque necesitamos tener la "esperanza" de que algún día "nos salvaremos". Digo esto por el simple hecho de que a mi parecer nunca en la existencia de la humanidad ha habido un solo día de paz compartida. Entonces, es un circulo vicioso de males tras males.

    Y bueno, claro este articulo hace énfasis en Mexico, donde nos especifica que el mal esta en el gobierno, en la forma en la que se gobierna.
    En algún lugar leí que si todas las personas tuvieran educación, no habría necesidad de tener a alguien que los gobierne. Y en mi punto de vista esto es muy cierto. Pues como mexicanos, y me incluyo, nos dejamos influenciar por las palabras, se nos hace mas fácil dejarnos llevar por lo que las personas dicen, que por lo que nosotros mismos vemos. No tenemos criterio somos como "borregos" y tal vez el principal problema de México, seamos NOSOTROS.

    "(...) ¿Cómo esto ha podido ocurrir? ¿Quién es el culpable?...bueno, ciertamente, unos son más responsables que otros y tendrán que rendir cuentas pero, la verdad sea dicha... si estás buscando un culpable, sólo tienen que mirarse al espejo...
    ¿Por qué lo hiciste?... porque tenías miedo ¿Y quién no?... guerras, terror, enfermedades... había una plaga de problemas que conspiraron para corromper nuestros sentidos y sorberos el sentido común... el temor pudo con nosotros... y, presas del pánico, acudisteis al actual líder(...)" Fragmento de discurso de "V" en la película V de venganza.

    Tal vez, dirán que he divagado mucho pero esta película "V de venganza" no esta mas lejos de la realidad, es un cómic que se realizo en los 80's y pese a que han pasado treinta y tantos años, no deja de ser un problema actual. Y entraría el titulo de este articulo "Cambiar para seguir igual"

    Quien no ha visto la pelicula, le sugiero lo haga. Por lo mientras dejo un video de una parte de la pelicula.

    https://www.youtube.com/watch?v=Go7vXPmZqw4


    -Chazaro Rocha Jennifer.
    Grupo 313

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